24.8.05

Cara a cara con la vida, la mente y el universo

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Eugene Chudnovsky - (...) La manera más sencilla de imaginar un átomo es como electrones que giran alrededor de un núcleo, igual que los satélites giran alrededor de la Tierra. Los electrones tienen carga eléctrica negativa, es decir que repelen a otros electrones. Por tanto cuando nos estrechamos las manos o tocamos algo, los electrones de mi mano son repelidos por los electrones del otro cuerpo, y es por esta razón que mi mano no puede, realmente, atravesar tu cuerpo, porque se ve rechazada por los otros electrones.
Eduard Punset - De lo contrario se nos tragaría el suelo. (...)
E.Ch. - Es absolutamente correcto. Los electrones del suelo repelen los electrones de nuestros zapatos y por eso andamos, como has dicho, sobre una nuve de elctrones.
(...)


Eduard Punset debe ser una persona muy interesante. Después de conocer algo de su biografía y obra tengo la impresión de que es lo más parecido a un filántropo que ronda hoy en día por el mundo. Me resulta entrañable por su capacidad de parecer siempre sorprendido y fascinado ante todo, y por su curiosidad aparentemente inagotable. Debo confesarme adicta a Redes. "Cara a cara con la vida, la mente y el universo" era, pues, una apuesta segura. Mi gran alegría fué ir a buscarlo y encontrarlo agotado en varias librerías, hasta que pude hacerme con un ejemplar de la sexta edición. ¿No es maravilloso? ¡Un montón de gente leyendo un libro de divulgación científica!
Para una persona como yo, que ha descubierto una vocación tardía por las ciencias, es una interesantísima oportunidad de poder disfrutar con calma de la transcripción de algunas de las entrevistas más interesantes del programa Redes. En varios capítulos (con títulos de lo más sugerente) biólogos, físicos, psicólogos o antropólogos, dan unas pocas pero ricas pinceladas sobre distintas disciplinas, dilemas o certezas mientras conversan con Punset, prácticamente con la misma distensión y simpleza de palabras que dos conocidos charlando sobre la actualidad frente a un café.
Desde mi punto de vista es un libro ideal para picar la curiosidad de cualquier persona con inquietudes, a parte de haber significado un paso importante en la divulgación científica entre la gente de la calle (cosa que, en mi opinión, hace mucha falta).